Estoy enojado, no puedo escribir bien.
Y lo peor es que es un maldito círculo. ¿Cómo he de inspirarme si estoy enojado? Un buen escritor saca provecho de todos sus estados sentimentales, pero no soy un buen escritor, de hecho ni siquiera soy escritor.
Entonces ¿Qué hago? ¿Sólo me debo sumergir en el emputecimiento que me tiene cegado tanto así como para siquiera escribir un poema? No importa si el poema es malo, de hecho nunca he escrito bien en mi vida, nada genial, pero por lo menos era un alivio saber que estaba creando, que estaba... Ja, ja... curioso es justo desviar la mirada a la agenda y encontrarse con el dí de los santos inocentes.
¿Inocentes? No sé si reir o enojarme aún más... Inocentes de aportar algo quizá, pero en la mayoría de las cosas somo culpables... Ahhh estoy escribiendo tonteras, no hay más culpables que inocentes, pues si eres culpable de algo, serías inocente de lo contrario... Eso supongo.
Quizá soy muy inocente al pensar eso, pero aún soy culpable de estar molesto sin razón alguna.
Uff ¡¡Doble estándar!! Lo odio y ya está en mí. Siempre diciendo que un poco menos la razón no existe y ahora nombrándola.
Pero ahora lo pienso, y me angustia de cierta manera (por lo menos así no me enojo), es que nunca hay algo neto, algo puro y por lo tanto nunca hay verdad.
Nunca hay realidad pero al tomarla de la forma anterior, siempre hay realidad.
Sé que no me explico bien y no quiero caer en ejemplos porque sería un caos... Pero todo es y no es al mismo tiempo y por lo mismo, no se puede negar ni afirmar, somos incertidumbre constante, y al mismo tiempo no lo somos.
No podemos sacar conclusión alguna y lastimosamente nunca vamos a poder a ser abiertos de mente, pues hay contradicción en todo (y al mismo tiempo no la hay), cosas opuestas se niegan entre sí, pero aún ambas son válidas.
No podemos llegar a nada, y esto no tendrá conclusión, quizá esto me tiene enojado, no tener conclusión, hasta el momento lo más cobarde por hacer y es lo que haré... Ser inocente de teorías y culpable de ignorancia... No, mejor lo que venga, tocará ser valiente y cobarde
(al fin y al cabo, ambas son contradictorias y compatibles)
